Autor:Toulouse Lautrec
Fecha:1891
Museo: Musée d’Ixelles, Bruselas.
Características:167 x 115 cm.
Material: Litografía a pincel y crachis en cuatro colores
El primer cartel realizado por Toulouse-Lautrec no podía ir destinado a otro lugar que no fuese el ‘Moulin Rouge’, ya que el artista lo frecuentaba casi a diario. El encargo sustituye al anterior de Chéret, que encontraremos al final de la exposición. Para promocionar el espectáculo, además de pegarlo por las paredes de la capital francesa, transportaron el cartel por la ciudad en un coche de caballos, siguiendo la costumbre de la época. Desde entonces, su carrera de litógrafo y cartelista se desarrollaría en paralelo a su pintura.
Estudios conservados y trabajos paralelos (pinturas, acuarelas, trabajos al pastel, esbozos y litografías) muestran la cuidadosa preparación del cartel. Gran cantidad de críticos lo consideran el mejor cartel de la historia del arte por aplicar recursos que simplifican la imagen, convenciendo al espectador; y adecuando el texto a la imagen, consiguiendo un todo unitario. Henri tuvo que esforzarse mucho para alcanzar en otros carteles posteriores la calidad de éste
Los recursos de la estampa japonesa se unen con otros procedimientos aprendidos de la fotografía, y experimentados anteriormente por artistas como Manet y Degas.
El ‘Moulin Rouge’ era una gigantesca fábrica de placeres que atraía tanto al público popular como a la clientela de alto copete. A diferencia del ‘Moulin de la Galette’, que originalmente era un molino de grano, el ‘Moulin Rouge’ era un gran molino artificial, construido en el pintoresco barrio de Montmartre. Al local se accedía a través de un gran recibidor con carteles, cuadros y fotografías. De hecho, Toulouse-Lautrec organizaba allí sus exposiciones. Tras el recibidor, una galería acristalada ambientada como una feria conducía al jardín, que tenía un aforo de 6.ooo personas y un monumental elefante de papel maché. El salón de baile era una inmensa sala de techos altos, alumbrado violento y con decoración a base de tapices abigarrados.
Los directores del ‘Moulin Rouge’ contrataron a la llamada ‘Cuadrilla naturalista”, encabezada por La Goulue y Valentín Le Déssosé, que aseguraron el éxito del local por 5 años.
La Goulue (Louise Weber) fue una bailarina de cancán parisino conocida como “La reina de Montmartre” en la Belle Époque. Su carácter descarado, fresco y extravertido, le dio la fama y el éxito, y su divertida costumbre de vaciar de un trago las copas de los clientes, el apodo de “La Glotona”. Jacques Renaudin, que recibía el sobrenombre de Valentín “el deshuesado” por su peculiar forma de bailar, era la pareja de baile de Louise Weber, pero por el día era un aclamado comerciante de vinos
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